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  PREDICCION DE L TIEMPO PARA LA HELADA 21-06-2024 20:13 (UTC)
   
 

 "Por tradición oral a través de milenios, el campesino aymara disponía de elementos diversos para operar un sistema de previsión del clima, a fin de asegurar el volumen de sus cosechas" (Condori, 1989:32).

Antúnez de Mayolo, dice: "desde hace milenios de años, las plantas y animales determinan la previsión del clima. En la actualidad encontraremos en las comunidades campesinas testimonios del manejo de los indicadores naturales de plantas, animales, meteoros; apoyados con el calendario juliano" (Ramos, 1989: 1-2).

En lo que se refiere al clima de la zona de Acora, no han sido debidamente estudiadas para determinar sus causas y predecir sus ocurrencias. Pero, para describir esta previsión, se ha tenido como fuente de información de primera mano, a las versiones orales vertidas por los mismos campesinos; pues, ellos, al estar en constante relación con la naturaleza preveen épocas de intensas lluvias, épocas de sequía como también épocas de heladas. A continuación describimos este prenuncio:

3.1. Previsión del viento.

El campesino aymara, por tradición oral generada a través de milenios, dispone su ubicación en relación con la naturaleza y fenómenos climatológicos previstos mediante una serie de premisas para la producción agrícola. En efecto, en esta ocasión, vamos a describir solamente concepciones ideológicas acerca del anuncio del tiempo para la elaboración del chuño, mediante el viento.

Generalmente, la época de elaborar el chuño son los meses de junio a julio. El campesino aymara sabe perfectamente las noches en las que han de caer intensas heladas. Como premisa, desde el medio día tratan de observar minuciosamente la corriente del viento. Así por ejemplo: si ven que el viento corre con dirección del poniente hacia el saliente suni thaya, en pleno sol del día, indica que, dentro de unos días y/o noches han de caer fuertes heladas. Previstas por este indicador, preparan afanosamente los ch'uñu ch'uqis llenando en sacos y costales para transportarlos al ch'uñäwi.

1.2         Meteoros y pléyades.

Otro indicador previsto para la caída de posibles noches de heladas, son las pléyades, llamadas en aymara lliphi lliphis, aparece el lucir de sus rayos en las noches del oriente boliviano. El Kawrillu y el qutu son otros meteoros que aparecen con un brillo luminoso en la víspera de la fiesta de la Santísima Trinidad (se festeja en la primera semana del mes de junio). El campesino aymara al observar el brillo de estos meteoros considera que dentro de pocos días han de caer fuertes heladas.

3.3. Animales.

Los animales son también buenos indicadores de la caída de las heladas. Entre ellos vamos a mencionar:

Los Kusikusis, a partir del medio día aproximadamente, empiezan a tejer en el aire su telaraña, kusikus simpa. Esta escena se ve claramente al observar el poniente en horas de la tarde; en esta misma hora, los jisk'a kusikusis, inician a tender afanosamente su telaraña a ras del suelo. La gente al observar esta actividad alista inmediatamente sus animales de carga para transportar los ch'uñu ch'uqis al ch'uñäwi.
Esta escena se ve con mayor precisión en el ch'uñäwi, se observa el suelo lleno de telarañas que aparentan estar tendidas como una manta de color plomo. Entonces, los ch'uñu apas, extienden rápidamente las papas en la intemperie pensando que esa noche ha de ser de fuertes heladas.

El tiempo es anticipado también por los pastores, quienes, en la época de la elaboración del preciado chuñito, día tras día van observando el vuelo de los liqi liqis. Estas aves descienden de la cordillera occidental de los andes, en dirección al lago en parvadas faltando una o dos semanas antes de la caída de fuertes heladas, sin hacer ruido. Cuando el liqui liqui hace corretear al búho, al buitre o al cernícalo, indica que en esa noche y en las otras venideras han de caer fuertes heladas. Y, si camina silenciosamente levantando su cabeza, es señal también que avecinan noches de fuertes heladas" (Condori, 1989:57).

Después de escampar el cielo, aparecen inmediatamente los K'usiwillus y/o los chhiqan qanllis volando en gran cantidad del poniente hacia el saliente, esta escena indica que esa noche han de caer fuertes heladas.

Otro agente indicador, en esta zona, es el Khuchi thuqusi. Los cerdos corretean alegremente en el campo haciendo encrespar sus cerdas, cual púas puntiagudas. El campesino aymara al ver el baile de estos animales entiende que en esa noche han de caer fuertes heladas. Por lo que alistan los ch'uñu ch'uqis para llevarlos al ch'uñäwi.
Pero, en la época de la siembra aparece en el campo de cultivo el pájaro tiki tiki que, "en la construcción de su nido también muestra signos importantes. Cuando las piedras que usa en su nido son pequeñas, el ch'uñu, y por consiguiente las papas, también serán pequeñas; si las piedras son grandes, la cosecha será buena y el ch'uñu grande. Las piedras grandes pueden ser un augurio tan importante, que una vez vistas, la gente comienza a llevar al mercado los restos del ch'uñu de la anterior cosecha (Carter & Mamani, 1982:98-99).

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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